Esta especie, oriunda de Brasil, es llamativa no solo por su evidente belleza sino por su intensa y agradable fragancia. Es muy variable, de modo que algunas plantas muestran flores más moteadas que otras, o con diferencia en sus tonalidades, desde el púrpura hasta el granate.
Agradece las caídas de temperatura, y no se inmuta con mínimas nocturnas de 10oC. Maxillaria picta es “la alegría del invierno”, ya que florece con en los meses más fríos. Es relativamente fácil de cuidar y, además, se trata de una especie muy agradecida, que crece bastante rápido si se dan las circunstancias ideales en su entorno.
Por cierto, el género Maxillaria fue fijado por los botánicos españoles Hipólito Ruiz López y José Pavón, en alusión a la semejanza del pétalo inferior con una mandíbula (maxilla en latín).